El Curilla, un microrrelato de Halloween
Le llamaban el Curilla, porque ahogaba a sus víctimas en la pila de agua bendita. Casi todos los habitantes de la pequeña ciudad de provincias asistieron cuando rindió cuentas en el garrote vil. Ahora, vuelve cada 1 de noviembre; es un fantasmilla ruin, semiincorpóreo. Los zagalillos lo persiguen por las callejuelas que desembocan en la […]