
La fuente de los deseos
Cuando el último autobús repleto de turistas abandonaba la plaza, los niños del pueblo nos quitábamos los zapatos, nos arremangábamos el pantalón si es que ese día tocaba llevarlo largo, y nos metíamos en la fuente a coger las monedas que ellos tiraban. Mientras mis amigos celebraban con jolgorio el canje de los deseos improbables […]