
La terminal
El acceso a la estación de autobuses era una auténtica mierda. Ante la ausencia de rampa los jubilados caían fulminados de cansancio mientras intentaban subir pesadas maletas por los 17 escalones que separaban sus aburridas vidas de una semana en Benidorm. Una chica joven guerreaba contra una bolsa de viaje de dimensiones considerables, y decidí […]