Asuntos Sociales
Anselma empujaba con paso cansino la silla de ruedas en la que su marido, Braulio, aparentemente dormitaba envuelto en una manta de cuadros rojos y negros. Atravesaron la plaza con parsimonia y entraron por las puertas giratorias del majestuoso edificio antes de plantarse delante de los dos guardias jurados, un hombre canoso y una mujer […]