Fue bonito mientras duró

Le gustaba marcharse antes de que ellas se despertaran. Se ponía el pantalón y la camisa a hurtadillas y sacaba de la cartera una nota que siempre llevaba preparada: «Fue bonito mientras duró«.

Hasta la mañana en que al abrir los ojos sintió que algo fallaba. No podía moverse; ella le observaba, burlona, desde el marco de la puerta. Ahora, con la luz de la mañana, le empezaba a sonar esa chica. Con el pelo muy diferente, más largo, quizás, pero puede que fuera Sonia, o Iratxe, o Marga, o Laura, o…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *