Por vago. Se cayó por vago, por intentar coger el trapo de cocina que había en el otro extremo del tendedero sin molestarse en acercarlo y girarlo.
Durante el trayecto se acordó de un chiste que contaba uno de los personajes de Los siete magníficos, uno de un tipo que se caía desde lo alto de un edificio, y al pasar por cada planta iba diciendo a los que estaban asomados:
«De momento bien…»
Lo encontraron en el fondo del patio, con una sonrisa sardónica en su rostro. El forense comentó que al parecer no había intentando salvarse agarrándose a otros tendederos. Por vago, añadió el presidente de la comunidad.